Marcha por Palestina, faltaron los que nadie esperaba (2 vídeos)
/ Más de 5000 personas recorren la ciudad pidiendo el fin del genocidio en Gaza, en su gran mayoría ciudadanos de fe musulmana
/ Faltaron los que presumen de convivencia y de armonía social. Su ausencia es la mejor prueba de su hipocresía y falta de humanidad
/ Se notó la ausencia de todos esos vasallos que utilizan el Islam como escudo y herramienta para obtener subvenciones
En estos últimos días vimos innumerables actos de devoción cristiana enmarcados en lo que conocemos como Semana Santa. Un poco antes, durante el mes de Ramadán, muchas fotos de políticos celebrando ruptura de ayuno en medio de sonrisas y abrazos.
Durante el año oímos a los políticos hablar sobre convivencia, incluso afirmar que Ceuta es modelo para el mundo, tanto como que piensan en solicitar que se declare patrimonio de la humanidad. Y así tantas y tantas cosas. Nada de eso es cierto. Todo es producto de una hipocresía barata, ruin e inhumana. La bondad y la caridad de la que hablaba Jesús no existen en Ceuta.
El fallecido Francisco, en una de sus últimas declaraciones, definía conmovido como cruel las acciones de Israel sobre Gaza. En muchos puntos del mundo las palabras del Papa tuvieron el suficiente eco que impulsaron manifestaciones por todos los países, pidiendo el cese de esa violencia brutal e ignominiosa, propia de un país sin alma humana. Nadie entiende cómo el pueblo de Israel, el que tanto sufrió permite que sus dirigentes lleven a cabo acciones militares de una crueldad extrema contra personas inocentes, siendo ya más de 60.000 los muertos.
En Ceuta las palabras del Papa no tuvieron ningún reflejo. En Ceuta los seguidores de la Iglesia solo se conmueven con la llegada de Abascal y de Alvise, esos figurantes de políticos en los que el odio hacia el diferente anida en lo más profundo de sus adentros. Pero por muy fuertes que quieran parecer no son más que simples criaturas con la capacidad de hablar, pero nada más. A lo más que pueden llegar es a lo que llegó Israel, al exterminio de un pueblo, pero estos no llegarán a tanto porque ni tienen ejército ni tienen agallas para comandar acciones con ellos en primera línea. Ningún crimen quedará impune. Dios es el mejor Juez.
El 25 de abril de 2025 había una cita con la conciencia, una cita para mostrar repulsa por la masacre que viene cometiendo Israel contra el pueblo palestino. Sin embargo, a la convocatoria faltaron los que nadie esperaba. Faltaron los políticos, aquellos que se hacen fotos en señal de recogimiento cuando los pasos de Semana Santa, cuando la ruptura del ayuno en Ramadán. Y faltaron también quienes les rinden obediencia y vasallaje, los que vendieron su dignidad por dinero, llámese Fátima del pañuelo y de los 80.000 euros anuales, Luna Blanca, Al Idrissi, Comisión no Islámica, Ucide, los de los módulos del Eid, etcétera, etcétera, esos que hoy son cómplices de un partido popular que no duda en apoyar las acciones de Israel sobre Gaza.
Ellos forman parte de esa legión de aduladores que han promovido el estado actual de las cosas en una ciudad que no muestra ni un ápice de dolor por lo que está pasando en Gaza, que utilizan el Islam como herramienta para sus negocios ante un partido popular que les ríe las gracias y que no duda en darles todo el dinero que pidan, muchas veces sin ninguna contraprestación. Ellos son los que han convertido esta ciudad en un submundo en el que prima el caciquismo y en el que la hipocresía ya es norma de gobierno.
Hay que rendir homenaje a todas esas personas que ayer marcharon pidiendo el fin del genocidio en Gaza, pero pedirles también que no olviden, pues esa es la gran amenaza: el olvido. Olvidar ausencias como las del 25 de abril de 2025 también es pecado. De modo que cuando llegue el momento de las elecciones la memoria se mantenga fresca, y así depositar voto en conciencia, y no cometer el error de votar a quienes comulgan en silencio con el odio y el rechazo al diferente.
Los ciudadanos musulmanes de Ceuta han de tomar conciencia de la realidad de la ciudad. Lo sucedido el 25 de abril de 2025 debe quedar marcado en el calendario más íntimo de cada pieza del colectivo, de modo que nunca se olvide. Un voto es mucha cosa, no lo uses en tu contra.