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Mohamed Mustafa, leal y fiel escudero de Mohamed Ali durante muchas batallas políticas, heredero de unos ideales políticos en los que intervino durante su gesta y consolidación, enarbola hoy el estandarte de una formación que busca no ser clon de episodios pasados, en busca de personalidad propia, que ansía un espacio específico para fabricar y ejercer un modelo de política tan necesario en una ciudad sobre la que penden un gran número de amenazas, siendo, tal vez, la que más preocupa, aquella que hace sombra a su peculiar forma de convivencia, eso que algunos llaman interculturalidad, diversidad, entre otras definiciones tan etéreas y a la vez insoslayables.
Un importante núcleo de la población ceutí ve en Mohamed Mustafa la encarnación del político sincero que no ambiciona el poder con fines de ensalzamiento personal ni de grupo, tal vez la mejor virtud para su gestión.
Mohamed Mustafa encarna un perfil de hombre conocedor de la política ceutí, un tajo que domina con soltura y que no se achanta a la hora de decir lo que piensa. Tal vez pueda escribir una mejor historia que la de su antecesor.
RedCeuta entrevistó a Mohamed Mustafa, líder del partido Ceuta Ya!
Pregunta.- ¿Cómo ve la ciudad y qué rol puede jugar su formación en la conjunción de un futuro mejor para los ceutíes?
Respuesta.- Tenemos una ciudad partida en dos, en la que unos viven muy bien, con una de las rentas más altas del país, mientras otros, aproximadamente la mitad de la población, no viven, sino que subsisten. Esto es algo incompatible con un sistema democrático digno de tal nombre. No hay democracia, que es algo que tiene que ver con los contenidos y no sólo con lo puramente procedimental, si tenemos niveles de desigualdad tan altos, es algo absolutamente nocivo para la pervivencia de la propia sociedad. Y es fruto de una política pública determinada y concreta, implementada por el Partido Popular durante más de dos décadas.
Nuestro rol, de momento, no puede ser otro que el de oposición al Gobierno liderado por Juan Vivas y mantenido, previo pago, por sus subalternos de PSOE y MDyC. Los votos mandan, y Ceuta Ya! sólo cuenta con la fuerza de dos diputados, aunque, en justa proporción, nos corresponderían tres, no está mal recordarlo. Pero aspiramos a cambiar esto. Tenemos el convencimiento de que nuestro trabajo, ejercido con honestidad y con la convicción que otorga hacer política en base a principios sólidos, está siendo bien recibido por la gente, muy en concreto por quienes peor lo pasan. Tenemos esperanza en seguir creciendo y en que 2027 sea el año en el que seamos capaces de conformar una mayoría alternativa que nos permita llevar a cabo una acción de gobierno distinta, que ponga la igualdad en el centro de la agenda.
P.- Por favor, nombre 7 propuestas para revitalizar la economía de la ciudad y la autoestima de los ceutíes en un panorama más esperanzador
R. - No podemos engañar a la gente. Es lo que hace el Gobierno cuando pronuncia discursos grandilocuentes acerca de un futuro maravilloso, con una economía pujante y un sector turístico a la altura de la Costa del Sol. Hay que ser realistas, Ceuta es una ciudad compleja y con bastantes limitaciones. Pero todo esto no significa que no se puedan hacer cosas. Creemos que sectores como el deporte, el mar o la llamada "economía de los cuidados" pueden ser nichos importantes de empleo y generación de actividad económica. Y son muchas las medidas que hemos presentado al respecto. Por ejemplo, la creación de un Centro Especializado TEA, que bien podría convertirse en una referencia para el sur de Andalucía. O el Centro de Alto Rendimiento Deportivo. También creemos que es posible ayudar al pequeño comercio, y es la razón por la que presentamos un Programa de Ayuda e Impulso de las "tiendas de barrio" que, tras ser aprobado, acabó en un cajón.
Dicho esto, creo que lo nuclear cuando hablamos de futuro económico es definir qué tipo de ciudad queremos. El PP y sus socios abogan por una ciudad cerrada, que le dé la espalda a su entorno más cercano. Y por eso apoyan eliminar la excepción de Schengen. A nosotros nos parece que este posicionamiento, aparte de estar nutrido de tintes racistas, es un disparate en términos económicos y que nos condena a ser todavía más dependientes de los Presupuestos Generales del Estado.
P.- En el último Pleno se ha mostrado muy crítico con la hoja de ruta impulsada por el partido popular y que en su grueso intenta formular una sola voz en el asunto de la aduana comercial, ¿Qué es lo que no está bien en dicha proposición?
R. - Sencillamente, es una trampa. El documento que ha llevado el Gobierno al Pleno no sirve para nada en términos políticos, más allá de mostrar a un Juan Vivas engrandecido por el oropel del consenso y el aplauso masivo de la Asamblea. Nosotros no vamos a entrar en ese juego, no estamos aquí para aplaudir a un presidente que, como he dicho anteriormente, ha afianzado una ciudad caracterizada por la desigualdad más cruel.
Pero es que, al margen de lo anterior, hay algunos puntos de dicho documento con los que no estamos en absoluto de acuerdo. La aduana comercial ha sido la excusa para hablar de muchísimas otras cosas. Y es en esas "muchísimas otras cosas" donde se encuentran los desacuerdos más obvios. Nos parece indignante que se mienta a la gente con respecto a la vivienda, por citar un ejemplo. Asimismo, no compartimos la idea de subir en un 25% las bonificaciones a los empresarios, llegando al 75%, mientras se deja en la estacada a los trabajadores. Y podría seguir y seguir. Creo que en el discurso inicial que pronuncié en el Pleno mostré un "catálogo" bastante detallado.
P.- Contrariamente a lo que decidió en su día la Asamblea, su formación se ha mostrado favorable a un tratado de buena vecindad con Marruecos, ¿En qué términos y qué destacaría del mismo?
R. - Nos parece algo fundamental. Como ya he señalado, es un suicidio vivir de espaldas a nuestro entorno. Ceuta es una ciudad frontera y eso no se puede obviar. La realidad es tozuda.
Por lo tanto, y aunque sea difícil, los y las ceutíes tenemos que luchar por algo básico y que a nosotros nos parece de cajón: que el paso fronterizo sea un espacio de generación de riqueza y respeto por la dignidad de las personas, regido por un documento que, dejando a un lado el contencioso soberanista, contemple derechos y deberes de ciudadanos y entidades de ambos lados. Ese documento se llama "Tratado de Buena Vecindad". Los términos del mismo tendrían que ser sometidos a negociación, pero lo que creo que deberíamos tener clara es la idea: hace falta un documento de este tipo si de verdad queremos que la frontera deje de dar "quebraderos de cabeza".
P.- En Ceuta hablar medianamente bien de Marruecos conlleva estigma y demonización, ¿Cree que todo eso cambiará algún día?
R. - No se trata de hablar bien o hablar mal, sino de hacer política. Es entendible que, habiendo un contencioso soberanista de por medio, la gente albergue sentimientos determinados. Pero es importante diferenciar la política de un Gobierno o incluso de un estado, de la relación con la gente de dicho país.
En Ceuta Ya! consideramos que la españolidad de Ceuta no se defiende con golpes de pecho ni con discursos que solo encuentran eco en el ámbito doméstico, sino luchando por ser iguales al resto de territorios. Y por eso seguimos luchando por ser Comunidad Autónoma y por tantas otras cuestiones que tienen que ver con una correcta integración de nuestra ciudad en la organización territorial del Estado. Quienes más banderas besan suelen ser, curiosamente, los más funcionales a los intereses de aquellos a quienes dicen oponerse.
P.- ¿Se sienten ustedes solos en términos de oposición y hasta qué punto ha influido en la bancada de la oposición el cambio de criterio del MDyC?
R.- No es que nos sintamos solos, es que lo estamos, es una obviedad. MDyC y PSOE aprueban cada política que el Gobierno del PP necesita que se apruebe. Y todo lo que el Gobierno del PP rechaza que se apruebe, no se aprueba. A veces no votan en bloque, pero el resultado es el que quiere siempre el Partido Popular. Juan Vivas cuenta con sus votos, los de MDyC, los del PSOE y los de los diputados no adscritos, y a veces es necesario que todos voten juntos y a veces no. Pero el resultado final de la votación nunca es contrario a lo requerido por "el jefe". Es una gran estafa.
Y lo peor es que esta vergüenza se ha hecho a cambio de dinero, es así de triste. La vida de los y las ceutíes no ha mejorado, en absoluto, desde que el señor Melchor León (PSOE) y la señora Fátima Hamed (MDyC) decidieron hacer público y notorio su apoyo a Vivas sentándose a su lado a cambio de más de 80.000 euros anuales. Lo único que ha mejorado son las cuentas bancarias de ambos. Y es algo inocultable y que queda plasmado Pleno tras Pleno. Produce una enorme repulsión.
Dicho esto, hay que decir que el "cambio de criterio" del MDyC no es, en realidad, tal cosa. Su labor, desde su creación en 2014 mediante un acto de transfuguismo, siempre fue dividir a la izquierda local y beneficiar al Partido Popular. Lo que ocurre es que ahora se ha evidenciado de manera nítida. La "puesta en nómina" para Vivas de su líder no se puede ocultar ni disimular.
P.- La periferia y algunos puntos del centro guardan distancias cósmicas, ¿Por qué este desfase y qué se puede hacer para conseguir una ciudad más justa y equilibrada en términos sociales, culturales, económicos y arquitectónicos?
R. - Ese desfase tiene una causa muy sencilla y se llama Gobierno del Partido Popular. Se dice pronto, pero Juan Vivas lleva a los mandos de esta Ciudad prácticamente 24 años. Más de dos décadas es tiempo suficiente para reducir la brecha social, pero lo que se ha hecho, al contrario, es ampliarla. La gente de la periferia tiene 10 años menos de esperanza de vida que la del centro. No es casualidad; es consecuencia de una política muy concreta.
Se puede hacer mucho para lograr una armonización geográfica. Y ahí hay que hablar de El Príncipe, pues por su enorme tamaño y sus condiciones específicas no es una barriada más. Hablamos de un gigantesco núcleo poblacional al que se ha dejado al margen de todo desarrollo urbano. Nosotros llevamos en nuestro programa electoral la puesta en marcha de un Plan Especial para el Príncipe. Y dentro de ese Plan también decimos, una y otra vez, que debe cumplirse un acuerdo plenario de hace años: el relativo a la construcción de un segundo centro polifuncional en la zona. Pero es predicar en el desierto, el Gobierno de Vivas no va a hacer nada. Y ninguno de sus apoyos va a decir absolutamente nada.
Pero, al margen de mejorar las barriadas, lo crucial es mejorar las condiciones de vida de quienes en ellas viven. Y eso pasa por políticas de todo tipo, fundamentalmente políticas que mejoren su capacidad adquisitiva, políticas que permitan a la gente contar con lo mínimo para poder ejercer su ciudadanía. Y ahí es donde se ven las prioridades de cada uno. Nosotros, por ejemplo, antes que regar de dinero público a la empresa de helicópteros, defendemos la necesidad de implantar un complemento del 25% a las pensiones no contributivas, las más raquíticas de nuestro sistema; también creemos que tanto el material escolar como el transporte público podrían ser gratuitos. Pero nos encontramos con la negativa del PP y sus socios, que prefieren ponerse sueldos de 6.000 euros mensuales mientras le dicen a la gente de a pie que "no hay dinero". Hay una enorme desigualdad entre poblaciones y barrios porque quienes gobiernan no creen en una sociedad igualitaria. Es así de simple.
P.- El tiempo va señalando caminos. Tanto los comercios dedicados a vender cultura como los puntos de venta de libros y periódicos van desapareciendo. En el centro cada vez menos, en el extrarradio ya no queda nada, ¿Está Ceuta abocada a convertirse en una ciudad incultural?
R. - Bueno, vayamos por partes. Con respecto a los periódicos, es normal que el formato físico vaya desapareciendo. A día de hoy, ningún periódico físico es rentable, subsisten gracias a las inyecciones de dinero de los poderes públicos. La gente, entre los que me cuento, hoy se informa de manera online, eso no tiene nada de malo, es simplemente un cambio en la forma. Lo más probable es que el papel termine de desaparecer cuando las generaciones mayores, que son quienes mayoritariamente siguen leyendo periódicos en papel, ya no estén. Eso es una cosa y otra es la política cultural, la política de defensa de la cultura.
Dicho esto, en Ceuta la política cultural brilla por su ausencia. La Consejería se dedica a seguir reproduciendo lo mismo de todos los años, no hay ningún tipo de innovación. No se piensa en quienes tienen inquietudes culturales distintas a las mayoritarias y, por supuesto, podemos olvidarnos de nada que tenga que ver con proteger aspectos de la cultura de la mitad de la población. Hablo por ejemplo del árabe ceutí, lengua materna de miles de ceutíes y patrimonio de toda Ceuta. En cambio, hace poco, en el Pleno, pudimos constatar como PSOE y PP, y la abstención cómplice del MDyC, se pusieron de acuerdo para, una vez más, despreciar la iniciativa, poniéndola al nivel de lenguas sin ninguna trascendencia en la ciudad. El PP "enmendó" una propuesta con el fin de "difuminar" el árabe ceutí. Y contó, ¡cómo no!, con la complacencia de sus empleados. No hay ningún interés en fomentar ninguna cultura, si por tal cosa entendemos algo que vaya más allá de los conciertos de verano.
Por poner una nota positiva, podríamos decir que aquí se salva la Biblioteca del Estado. Hay mucho que avanzar en muchos aspectos que tienen que ver con la diversidad, pero sí es bueno reconocer que su programación suele ser un soplo de aire fresco y que siempre están abiertos a propuestas de todo tipo.
P.- Por favor, una respuesta sin caramelizar, ¿Es posible una Ceuta mejor?
R. - Sí, pero no va a caer del cielo. Habrá una Ceuta mejor si luchamos por una Ceuta mejor, lo que requiere de la implicación de la gente, no se puede delegar todo a "los políticos". Y, por supuesto, exige guardar coherencia entre lo que se quiere y lo que se vota.