El recién adjudicado contrato para suministrar comidas y bocadillos durante el primer trimestre de este año en el comedor social municipal de Lleida, establece que la carne deberá provenir de establecimientos con certificado halal.
Las condiciones de este contrato establecen que se atenderán “diversos aspectos y requisitos para dar cobertura a todas las personas teniendo en cuenta la diversidad cultural y social de los usuarios del comedor”, adaptando el menú a las necesidades de dichos comensales.
Desde el ayuntamiento afirman que el certificado halal “ es una práctica habitual en Cataluña” y que la licitación “contempla el máximo de requisitos posibles para que la empresa pueda abastecer en las condiciones necesarias la diversidad de perfiles que pueden hacer uso del servicio”. Asimismo, indican que “si hay niños se debe adaptar el menú a sus necesidades”, al igual que las alergias alimentarias o prescripciones médicas de los comensales.
Y es que no hay medida más efectiva de uso responsable de los presupuestos públicos que acomodar los servicios a los usuarios finalistas, siendo inclusivos y garantizando llegar a quien más lo necesita.