FUNCIONARIOS QUE DESDIBUJAN EL EVANCE DE UN PAÍS

Bab Sebta y el estigma de nacer y residir en Ceuta

/ Las autoridades marroquíes deben facilitar el acceso a los residentes en Ceuta mediante acciones que faciliten su derecho a la movilidad. El control conjunto de paso puede ser una solución, pues lo que no puede mantenerse en el tiempo son los largos tiempos de espera a los que se ven obligados los residentes 

/ Algunos funcionarios policiales destinados en Bab Sebta se exceden en su cometido al exigir a los viajeros de nombre y apellidos árabes y/o  musulmanes nacidos y residentes en Ceuta que muestren si tienen nacionalidad marroquí, con ello se produce un señalamiento que vulnera sus derechos, tanto como los que le son de aplicación como viajero como los  vigentes en los tratados internacionales

 

Algunos funcionarios policiales destinados en Bab Sebta se exceden en su cometido al exigir a los viajeros de nombre y apellidos árabes y/o  musulmanes nacidos y residentes en Ceuta que muestren si tienen nacionalidad marroquí, con ello se produce un señalamiento que vulnera sus derechos, tanto como los que le son de aplicación como viajero como los  vigentes en los tratados internacionales

Si eres nacido y residente en Ceuta, si a eso le añades que llevas nombre y apellidos árabes o musulmanes, debes hacerte a la idea de que cada vez que entres o salgas de Marruecos puedes encontrarte con algún funcionario de policía que querrá saber si tienes documentación marroquí (Bitakka).

Los nacidos y residentes en Ceuta con nombres y apellidos árabes o musulmanes a menudo se ven sometidos a ese tipo de preguntas en los pasos y ventanillas de Bab Sebta, así como en otros puntos de entrada y salida del país

No siempre basta con decir que no. La intervención policial toma forma de interrogatorio y vuelve a la carga inquiriendo que por qué no, que por qué no tienes Bitakka. Esta secuencia se produce muy a menudo en las ventanillas de Bab Sebta, viéndose el viajero a dar explicaciones en una situación que desconcierta a muchos y a la que tienen que hacer frente en atmósferas de tensión. Situación que nunca debería producirse.

Sin embargo, la actitud de algunos funcionarios policiales destinados en Bab Sebta y su presión hacia un determinado colectivo ceutí, no ajena a tintes del pasado, pueden parecer una insignificancia si la misma situación se traslada a cualquier puerto o aeropuerto de Marruecos teniendo como protagonista a un nacido y residente en Ceuta  con nombre y apellidos árabes y/o musulmanes. 

La cosa toma un giro de mayor trascendencia.  Las consecuencias pueden ser de gran molestia para estas personas, tanto como que alteran su derecho a la libertad de movimientos, a la vez que vienen a producirles estados de ansiedad impulsados por funcionarios aduaneros y de policía sin más motivo que el hecho de haber nacido en Ceuta y no llevar nombres y apellidos ajenos a las costumbres occidentales.

Estos funcionarios tienen establecido en su rol profesional que estas personas deben entrar y salir únicamente por Bab Sebta. Si lo intentan por otra vía que no sea esa, se arriesgan a que les paren y les  sometan a registro e interpelaciones, imponiendo una carga emocional no siempre asumible para algunos tipos de salud, a riesgo de perder avión o barco.

Debería bastar con presentar pasaporte, sin embargo, para algunos funcionarios anclados en un pasado que no conoció fin, todo resulta insuficiente.

El día 24 de los corrientes, en el aeropuerto internacional de Casablanca,  un ceutí con pasaporte español expedido en Ceuta, nacido y residente en Ceuta, de nombre musulmán y apellidos árabes, intentó abordar un avión con destino Madrid de la compañía Air Arabia, hora de salida 13:00, Marruecos. Iba acompañado por un compañero de trabajo, natural de Ciudad Real y con residencia en Madrid, de nombre y apellidos occidentales, directores ambos de una multinacional española. Llegados a control de pasaportes, el ceutí fue señalado para que se echara a un lado mientras que a su compañero se le indicaba que siguiera.

Un funcionario policial se  acercó al ceutí y le pidió que se quitara el cinturón y que sacara todas sus cosas de la maleta de mano que llevaba. Fue cacheado, preguntado que por qué había entrado en Marruecos, que por qué por ahí, dónde estuvo, qué dinero llevaba, que vaciara la cartera (llevaba 50 euros), se le advirtió que no podía salir con euros, sus papeles fueron examinados, su maletín profesional vaciado… Le hicieron pasar un mal rato, siendo el único motivo haber nacido  y residir en Ceuta, no disponer de Bitakka y por qué por Casablanca y no por Bab Sebta.

Las autoridades deberían separar a este funcionario – y no son pocos- porque hacen uso de una lógica impropia con las consignas que proyectan las altas autoridades del país. El ceutí pudo finalmente coger el avión destino Madrid, pero no sin antes expresar su queja ante el funcionario.

Es necesario realizar un llamamiento a las autoridades marroquíes para que cesen este tipo de acciones que vulneran el derecho a la libertad de movimientos de los ceutíes, así como que se debe erradicar  la costumbre entre algunos funcionarios policiales de aventurar condición en base a nombres y apellidos, tanto como que en las ventanillas de Bab Sebta han de  abstenerse de condicionar a los residentes ceutíes con preguntas sobre si tienen o no nacionalidad marroquí, debiendo bastar la documentación que portan, de modo que no se condicione su libertad de movimientos por el simple hecho de haber nacido y residir en Ceuta.

Los controles conjuntos pueden ser una solución. Si España verifica documentación de ceutíes  en su salida hacia Marruecos debería bastar para que siguieran sin hacer parada en ventanillas de Bab Sebta, así como que si Marruecos verifica documentación de residentes ceutíes hacia Ceuta debería bastar para que siguieran sin hacer parada en ventanillas de Policía en El Tarajal.