No todo el kosher es halal
/ A todo ser humano le encanta pensar en la comida como algo placentero, pero no por ello es menos complicado. La comida tiene también algo de política
/ Y también puede ser espiritual y, cómo no, idealizada y aderezada en aditivos religiosos
Siglos antes de que Michael Pollan presentara sus Reglas alimentarias , dos de las religiones más importantes del mundo establecieron las leyes para preparar las comidas de a diario. Vemos los sellos de aprobación halal y kosher en las tiendas de comestibles, carnicerías y grandes superficies y lo vemos especialmente en la carne, lo que significa que la comida se preparó de manera estricta y respetando principios arraigados.
A todo ser humano le encanta pensar en la comida como algo placentero, pero no por ello es menos complicado. La comida tiene también algo de política. Y también puede ser espiritual y, cómo no, idealizada y aderezada en aditivos religiosos.
Hay dos formas principales en las que podemos ver este hecho comparando las reglas kosher y halal. Para los judíos, kosher es una palabra hebrea que significa apropiado, permitido, a menudo en referencia a la comida. Los musulmanes usan la palabra árabe halal para describir los alimentos y prácticas sociales permitidas. Ambas leyes religiosas exigen técnicas de sacrificio rápidas para causar al animal el menor dolor posible.
Muchas empresas y muchos profesionales promueven la idea de que 'Kosher' es igual a 'Halal'. Estas son algunas de las diferencias:
Aunque los rituales de sacrificio del pueblo judío se parecen a los de los musulmanes; kosher y halal son dos estándares diferentes que tienen un significado y un espíritu distantes entre sí.
Hay diferentes comunidades dentro del judaísmo y hay un gran número de autoridades judías kosher en los Estados Unidos que certifican kosher basándose en reglas extremadamente liberales, mientras que otras autoridades utilizan medidas extremadamente conservadoras. Por lo tanto, no existe una regla única y uniforme con respecto a las prácticas kosher.
El Islam prohíbe todos los alcoholes, licores, vinos y drogas. Kashrut, sin embargo, considera que sus vinos son kosher. Por lo tanto, los alimentos y bebidas que muestran el símbolo kosher que contienen alcohol no son halal.
La gelatina es considerada kosher por muchos judíos independientemente de su fuente de origen. Si la gelatina se prepara a partir de no zabiha (método de sacrificio musulmán), la mayoría de los musulmanes lo consideran haram (prohibido). Por lo tanto, los alimentos como malvaviscos, yogur, etc., que muestran símbolos kosher no siempre son halal.
Las enzimas (independientemente de sus fuentes, incluso de animales no kosher) en la fabricación de queso se consideran mera secreción (pirsah b'almah) según algunas organizaciones kashrut, por lo que muchos judíos consideran que los quesos son kosher. Los musulmanes buscan la fuente de la enzima en la elaboración del queso. Si procede de cerdos, se considera haram. Por lo tanto, los quesos que muestran símbolos kosher pueden no ser halal.
Coinciden kosher y halal en prohibir el consumo de sangre y cerdo.
Las reglas halal permiten comer todo el animal, pero la ley kosher prohíbe comer los cuartos traseros. En Génesis 32: 22-32 se narra: El sol se elevó sobre él cuando pasó junto a Peniel y cojeaba (Jacob) debido a la cadera. Por lo tanto, hasta el día de hoy, los judíos no comen el tendón unido a la cavidad de la cadera, porque la cavidad de la cadera de Jacob se tocó cerca del tendón.
De ahí que el nervio ciático y sus vasos sanguíneos adyacentes no se coman por parte de los judíos. El proceso de eliminación de este nervio requiere mucho tiempo y no es rentable para la mayoría de los mataderos, por lo que venden los cuartos traseros a carniceros ajenos al kosher.
Por otro lado, la carne kosher que ha sido sacrificada invocando a Dios único es aceptada como halal por los musulmanes, mientras que la carne halal sacrificada según método musulmán no es aceptada como kosher por los judíos.
Los judíos no pronuncian el nombre de Dios en cada animal durante el sacrificio (por lo general, solo lo pronuncian en el primer animal). Los musulmanes, en cambio, pronuncian el nombre de Allah en todos y cada uno de los animales que sacrifican.