“No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder”, Benjamín Franklin

El poder sin límites de Vivas, ¿Un riesgo para la democracia?

/ Opinión - José Antonio Carbonell - Escritor - Analista de actualidad

/ Comparativa Gibraltar Ceuta, mientras Gibraltar opera con múltiples órganos independientes para supervisar a su ejecutivo, Ceuta cuenta únicamente con el Tribunal de Cuentas como único mecanismo externo de control

Desde hace más de dos décadas, el presidente de Ceuta, Juan Vivas, ha acumulado un poder que no tiene comparación en otras comunidades autónomas de España. Su capacidad para decidir sobre casi todos los aspectos de la vida política, económica y social de la ciudad autónoma plantea cuándo menos una serie de dudas sobre los riesgos que supone esta concentración de competencias en una sola figura ¿Es este modelo institucional sostenible? ¿Qué consecuencias tiene para los ceutíes?

El Estatuto de Autonomía de Ceuta otorga a Vivas una posición que combina tres roles fundamentales:

Presidencia de la Asamblea: Controla el órgano legislativo

Alcalde: Gestiona las competencias municipales

Jefe de Gobierno autonómico: Dirige las políticas públicas y el presupuesto

En la practica esto significa que el presidente puede ejecutar políticas y tomar decisiones administrativas sin apenas contrapesos efectivos. Según datos del periodo 2019-2024:

El 92% de las iniciativas aprobadas en la Asamblea partieron del Consejo del Gobierno. No existe un limite legal para los mandatos presidenciales

Los concejeros son nombrados y destituidos directamente por el presidente, sin necesidad de consulta parlamentaria.

Este modelo fue diseñado para garantizar una gestión ágil en un territorio con desafíos específicos, como su posición geográfica y la presión migratoria. Sin embargo, esta acumulación de poder puede derivar y lo esta haciendo en practicas autoritarias y falta de transparencia.

Crisis migratoria y falta de recursos:

En el verano de 2024, Ceuta enfrento una nueva oleada migratoria de cifras alarmantes. Más de 700 intentos diarios de cruce irregular en su frontera con marruecos.

Los centros de acogida alcanzaron un 500% de su capacidad máxima, a pesar del poder concentrado en la Presidencia para gestionar emergencias, Ceuta sigue a fecha de hoy dependiendo exclusivamente del apoyo estatal para hacer frente a estas crisis.

Estos riesgos de modelos similares al sistema ceutí han sido estudiados por organizaciones internacionales, relevando patrones preocupantes. Territorios con más del 80% del poder concentrado como es el caso de Ceuta en una sola figura tienen:

Un 4,3% más riesgo de clientelismo político que es lo que esta sucediendo en la actualidad.

Comparativa Gibraltar Ceuta, mientras Gibraltar opera con múltiples órganos independientes para supervisar a su ejecutivo, Ceuta cuenta únicamente con el Tribunal de Cuentas como mecanismo externo.

Conclusión: ¿Es hora del cambio?

Ceuta esta en una encrucijada institucional que afecta directamente a sus ciudadanos. Mientras los más interesados defienden este modelo como necesario para gestionar un territorio único, cada vez deberían ser más las voces que alerten sobre los riesgos democráticos que supone esta concentración excesiva del poder.

Ya va siendo hora poner limites a estos mandatos presidenciales, separación efectiva entre poderes y creación de organismos independientes que fiscalice de verdad al Ejecutivo Local. La pregunta clave es si los ceutíes despertaran de una vez para exigir estos cambios o si seguir aceptando un sistema donde todo depende de una sola persona. La democracia no solo se mide por las elecciones periódicas, sino también por los controles al poder entre votación y votación.

José Antonio Carbonell Buzzian