Saber comer
/ Por Esmeralda Marugán, periodista
/ “Empoderarnos como ciudadanos y ciudadanas, con el conocimiento adecuado, para así ejercer nuestro derecho y nuestra obligación a una alimentación saludable y equilibrada", Esmeralda Marugán
/ "Al calor de lo bien hecho nace `elhalal.es´, con todos los ingredientes para ser espejo de lo que nuestro paladar necesita, y alimentar al cerebro que rige nuestro estómago, y alcanzar el equilibrio para que el cuerpo y espíritu estén en paz y en armonía", EM
/ "La alimentación supone una de las fuentes más habituales de exposición química. Nuestro cuerpo procesa toneladas de alimentos en nuestra vida, los cuales entran en íntimo contacto con cada una de las células del sistema digestivo. Los alimentos son la fuente primordial de exposición a contaminantes químicos…” Nicolás Olea, catedrático Facultad Medicina de Granada, especialista internacional en estudios químicos que afectan a la salud
Mis buenos recuerdos están muy relacionados con los sentidos, con todos, incluso con el sentido común. Aunque últimamente creo que ese lo hemos perdido, y hay generaciones a las que les hemos privado de ello.
La comida rápida, el poco espacio, y el tiempo que no damos a la proximidad con los semejantes, más aquello que nos distancia con nuestra esencia de personas, y que paradójicamente se ha hecho casi un imprescindible en lo cotidiano, como son el alcohol y el resto de drogas , (que los convierten en la peor versión de ellos mismos, incluso cuando buscan lo contrario, y lo llamamos "FIESTA”), es precisamente lo que nos aleja drásticamente de la auténtica necesidad del ser humano: la complicidad y conexión con el o la de al lado.
Es el negocio de algunos, incluido del Estado, y así vamos en rebaños según las etapas de nuestra vida, pero casi siempre sin llevar las riendas de nosotros mismos.
Juntarnos alrededor de una mesa preparada con esmero, sin que sean imprescindibles manteles bordados, ni cuberterías de plata, pero sí lo hacemos con deseo de degustar afectos, y que éstos nos lleven al encuentro de los sueños, de los otros, y de nuestra razón de ser.
Esa sopa a fuego lento, y el manjar de la sémola amasada por las manos de la paciencia, con los manjares que ofrece la tierra, cuando se respetan sus estaciones, y se disfruta despacito. La satisfacción de lo bien hecho, convirtiendo el antes en el motivo que genera momentos inmortales... Esos son mis sabores, los que recuerdo de los lugares en los que he querido volver.
"Somos lo que comemos" frase repetida en las nuevas tendencias saludables, a la que hay que añadir, -el cómo-.
No os negaré que mi biorritmo baila como yo, con horario lunar, es decir, al contrario que el de la mayoría. Cuando puedo elegir, veo el amanecer para después descansar, y confieso que lo hago con más agrado que al contrario, a pesar de que dicen, esos que tanto saben, que no es lo más recomendable…
En realidad, llevo tiempo adaptándome a los mortales, con esfuerzo y agotamiento, porque mi ayuno intermitente elegido, no coincide con los componentes de mi mesa, pero lo que sí que tengo claro, es que la mejor de las vacunas, y la única dieta capaz de mantenernos “jóvenes”, y retrasar la enfermedad, o incluso no tenerlas, tiene que ver con la alimentación.
Comer con los ojos no es hacerlo envolviendo en plásticos ni en lazos nuestra cosecha, ni tampoco pidiendo peras al olmo, ni productos transgénicos, y aún menos con pesticidas y fertilizantes, que más pronto que tarde, nos enferman.
El sabor a "tomate de un tomate" no está en su primer plano bonito, y sí en el historial de la rama. La naturaleza es sabia, ella tiene la memoria que a nosotros nos enseñan a olvidar, y por ello nos invaden con conceptos de futuro, y de olvido, de triunfo y éxito, incluso de auto convencimiento de lo importante que somos "individualmente".
Y yo creo que soy lo que soy por mis circunstancias, gracias a los frutos de mi vientre, y a mis raíces. Lo que no me hace sedentaria no cambia mi horóscopo de aire, pero me ayuda a no olvidar de donde vengo.
Calidad no puede sustituir a cantidad. Es fundamental