Esquizofrenia, depresión... Vivir en la ciudad puede deteriorar tu salud
/ Las personas que viven en ciudades tienen más probabilidades de contraer enfermedades. Un efecto que podría amplificarse si las ciudades en cuestión son descuidadas en su arquitectura
La Universidad de Cambridge está realizando un estudio para evaluar si determinadas fachadas de edificios pueden provocar neuroinflamación, un mecanismo patológico común a varias enfermedades cerebrales. Busca establecer un vínculo directo entre la apariencia de un edificio y una reacción psicológica.
Vivir en una ciudad, sea bonita o no, tiene consecuencias negativas para sus habitantes. Las personas que crecieron en un entorno urbano denso (en una ciudad de 50.000 habitantes, por ejemplo) tienen más probabilidades de sufrir esquizofrenia en la edad adulta que las personas que crecieron en un entorno urbano menos denso, según explica un estudio publicado en la revista. The Lancet en 1992. Quienes crecieron en zonas rurales tienen aún menos posibilidades de desarrollar trastornos de este tipo.
Asimismo, The British Journal of Psychiatry demuestra que vivir en una zona muy urbanizada está relacionado con una mayor incidencia de patologías depresivas, según un análisis realizado sobre 4,4 millones de personas, según informa la agencia Science & the City, que trabaja para tomar en cuenta las ciencias del cerebro y del comportamiento en los proyectos urbanos.
Arquitectura relajante
Sin embargo, el vínculo entre la mala salud y la fealdad urbana no es nuevo. Los arquitectos ya se interesaron por esta cuestión en los años 60. El arquitecto danés Jan Gehl y la activista estadounidense Jane Jacobs aseguraban que la planificación urbana en las ciudades rayaba en lo inhumano. Sin embargo, carecían de pruebas contundentes para revertir el statu quo, informa Slate . Hoy en día la salud mental parece ser de particular importancia.
En Villagrande Strisaili, Cerdeña, los centenarios son la norma
De 3.000 habitantes, 5 eran centenarios en 2016. ¿Cuál es el secreto de su longevidad? Calles sinuosas que obligan a los vecinos a caminar por laderas montañosas. Además, las casas incluyen muchas escaleras lo que obliga a los vecinos a realizar ejercicio físico. Las casas adosadas fomentan las interacciones entre vecinos y liberan oxitocina, lo que reduce el estrés.
Algunos arquitectos no esperaron a los resultados de estudios de este tipo para pensar la arquitectura según las necesidades de los pacientes. Esto es lo que llamamos neuroarquitectura, una arquitectura calmante. Un hospital psiquiátrico cercano a Lyon ha inaugurado una unidad para pacientes con trastornos autistas graves . Se han instalado nichos para permitir que los pacientes se aíslen. Las formas redondeadas ofrecen una sensación de protección.