jueves. 13.03.2025
LA NO OBSERVANCIA DE LAS NORMAS IMPLICA DESORDEN Y PERJUICIOS PARA TODOS

Bab Sebta y la polémica del DNI

/ Es hora de que la gente tome conciencia de que las normas están para su cumplimiento, y de que su no observancia implica desorden y perjuicio para todos

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Las últimas noticias sobre Bab Sebta en lo referido a que piden el DNI a los residentes ceutíes vienen causando confusión e intranquilidad entre los usuarios de la aduana.

La polémica sobre si es legal o no es intrascendente porque la medida no intenta interferir en los derechos de las personas al entrar o salir de Marruecos; antes bien, su enfoque es dotar de más seguridad a los sistemas de control de carácter tributario, así como cuidar de que las normas existentes se cumplan conforme al objetivo para las que fueron diseñadas.

Las irregularidades que se han detectado en la aduana marroquí ponen de relieve la picaresca que viene suscitándose en torno a la comúnmente conocida como “carta verde”, un documento que hace referencia a la admisión temporal de un vehículo a motor mediante los trámites aduaneros correspondientes y que facultan su acceso y permanencia en Marruecos durante un tiempo máximo de 6 meses.

La admisión temporal es práctica habitual en todos los países. La norma específica que  una vez transcurridos los seis meses el titular debe salir del país con el vehículo objeto de la admisión temporal. De no hacerlo, incurre en el quebrantamiento de la norma, por lo que la sanción por permanencia ilegal empieza a contar al día siguiente de su expiración, siendo unos 90€ por cada día de estancia no autorizada. Para que el vehículo pueda volver a entrar debe permanecer seis meses fuera del país.

Si el titular de la admisión temporal decide permanecer en el país con el vehículo y no infringir ninguna norma tributaria una vez agotados los seis meses tiene la opción de realizar una admisión/importación  definitiva,  lo que obliga a pagar unas tasas y cumplir una serie de requisitos de carácter fiscal.

La admisión/importación definitiva solo está permitida a peninsulares y resto de países. Los residentes en Ceuta están excluidos de esta opción, de ahí que se les permita renovar cada seis meses de forma continua.   Un vehículo en importación temporal y con presencia en Marruecos debe ser conducido por su titular o bien estar en el vehículo cuando esté en circulación.

La norma especifica claramente que el titular de una admisión temporal  solo puede tener un único vehículo a su nombre.  Últimamente se están dando casos de ceutíes con dos trámites de admisión temporal, es decir, que utilizan dos vehículos con admisión temporal con mismo nombre pero con número de pasaporte diferenciado, eso es porque denuncian en Ceuta pérdida o extravío de pasaporte, lo que permite obtener uno nuevo y seguir usando el que se denuncia como perdido, pues ambos documentos tiene numeración distinta.

Con dos pasaportes hacen dos admisiones temporales, pues Marruecos aplicaba, hasta ahora, únicamente datos contenidos en pasaporte. Con dos admisiones temporales los transgresores de la norma se permitían cruzar en un sentido y otro unas veces con coche y otras con moto, siendo la práctica habitual, de ahí que las autoridades marroquíes estén haciendo más control sobre las motocicletas. Una práctica que puede llevar a sus promotores a juicios y posibles consecuencias penales y con sanciones económicas considerables.

La percepción al otro lado de frontera es que Ceuta se está convirtiendo en una ciudad que genera muchas preocupaciones. Los últimos episodios de detenciones y aprehensiones de sustancias estupefacientes, con resultados de políticos y funcionarios implicados producen inquietud entre los responsables policiales de Bab Sebta. A todo esto, la respuesta es un mayor control en las entradas y salidas del país, siendo la consecuencia los largos tiempos de espera, tanto a pie como en coche.

Es hora de que la gente tome conciencia de que las normas están para su cumplimiento, y de que su no observancia implica desorden y perjuicio para todos.

Bab Sebta y la polémica del DNI