miércoles. 05.02.2025
TERCERA EDAD

El papel de la Psicopedagogía en la Tercera Edad

/ Por Siham Lamrine Sabour, neuropsicopedagoga, de Tácticum Neuropsicopedagogía

/ El papel de la Psicopedagogía en la Tercera Edad

 

 

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Muchas veces cuando explico que la Psicopedagogía también trabaja con adultos, se sorprenden y se extrañan. ¿Cómo, si la Psicopedagogía es para niños? Es lo primero que se cuestionan.  En primer lugar, es necesario aclarar que la Psicopedagogía es una disciplina que estudia los procesos del aprendizaje y de la enseñanza. En dicha disciplina convergen dos ciencias: la Psicología y la Pedagogía. Es decir, sus fundamentos básicos son las investigaciones psicológicas de los procesos cognitivos, afectivos, sociales, que, entre otros, serán aplicados a la metodología didáctica.

Por tanto, la Psicopedagogía aborda todo el proceso vital de una persona. Dicho proceso vital va ligado al aprendizaje, por esa razón, es necesario aclarar el término de aprendizaje, que erróneamente siempre se relaciona con la infancia. El aprendizaje es la adquisición del conocimiento de algo por medio del estudio, el ejercicio o la experiencia, en especial de los conocimientos necesarios para aprender algún arte u oficio.

El papel que juega la Psicopedagogía en la tercera edad es de gran relevancia ya que la intervención psicopedagógica cobra gran valor. El acompañamiento del profesional puede lograr una mejoría considerable en la calidad de vida de este colectivo. Un ámbito de trabajo que exige a un profesional formado en las últimas técnicas de intervención en programas de enriquecimiento instrumental y mejora de la memoria.

El envejecimiento es un declive tanto fisiológico como natural que conduce a un descenso de las funciones cognitivas propias de la edad. Cuando se habla de deterioro cognitivo es necesario puntualizar que consiste en una pérdida progresiva de las funciones cognitivas como la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento de la información.  Tal declive no se produce de igual manera en todos los adultos, al igual que en los primeros años de vida el ritmo de aprendizaje es distinto en cada niño, en la vejez dependerá de otros factores como fisiológicos, ambientales, la formación del sujeto, el consumo de sustancias…

Aunque es cierto que a medida que pasa el tiempo se pierden funciones, no hay que olvidar que la plasticidad cerebral es propia al ser humano y que por ella no se deja nunca de aprender, ya que el cerebro está continuamente adaptándose al entorno. Dichos cambios estarán influenciados por la motivación y la aplicación de esos nuevos aprendizajes, que precisamente permitirán que se queden almacenados como nuevas redes neuronales.

En definitiva, es importante continuar generando opciones educativas dirigidas a la tercera edad, ya que esta población está en aumento constante y merecen oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida que contribuyan con su desarrollo personal. Además de los beneficios sociales que aporta como puede ser ampliar sus redes sociales de apoyo lo cual es muy importante en cualquier etapa de vida del ser humano. 

¡Aprendemos hasta el último segundo de nuestras vidas!

Siham Lamrine Sabour

El papel de la Psicopedagogía en la Tercera Edad